Leonel tiene desorientados a sus adversarios

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Por Francisco Luciano

La patraña no es nueva. Es mas no siquiera una invención del presente siglo. Podría asegurar por los antecedentes registrados que dicha practica viene aconteciendo años o siglos antes de la llegada del mecías. El engaño como arma para sacar ventaja en los negocios y en la guerra, es una herramienta de uso común por paises, instituciones y personas carentes de ética. En la política, que no es más que la guerra de las ideas, también se usa la mentira en forma de difamación para tratar de eliminar contrarios a quienes, observando las reglas de la moral, la ética y el honor, es decir en un duelo justo de propuestas y trayectorias resulta imposible de vencer.

Es el caso del Dr. Leonel Fernández, un político de capacidades excepcionales que ha logrado trascender en base a su reconocido talento, sus probadas capacidades y conocimiento del acontecer planetario y local, en el orden de la cultura, la historia, la política y la economía. Aunque no es el único caso de un líder dominicano que ha sido despellejado con campañas de descredito e infamias, su caso llama la atención por cuanto sus aportes al desarrollo del país en los distintos ordenes son notorios e innegables. Contra Leonel se ha dicho y se la ha acusado de todo, aunque nadie ha tenido la valentia de imputarlo sobre algunos de los hechos pecaminosos que suelen endilgarle. Pero lo que mas molestas a cazadores de reputación ajena, es que el Dr. Leonel Fernández no se da por enterado de tales “acusaciones”.

En el pasado reciente se trató de ridiculizar el proyecto político que encabeza, la Fuerza del Pueblo, FP, estableciendo que era una organización natimuerta y sin futuro. Al ser fundada se intentó desconocerla usando subterfugios legales que devinieron como la mayoría de las cosas absurdas en fracaso. A Leonel Fernández y a su Fuerza del Pueblo, primero lo subestimaron, segundo trataron de ignorarlos y tercer lo atacan sin piedad, a veces con argumento inverosímiles y en otras tan descabelladas que no merece atención.

Ahora, sus adversarios han entrado en una etapa que combina los ataques con la descalificación, apoyándose en sus propios voceros y en una caterva de “periodistas” y “comunicadores”, a la cuales los desembolsos del gobierno por concepto de publicidad dejan al desnudo inevitablemente. Lo bueno de todo este ataque infundado, es que, no logra detener el crecimiento de la base social de la Fuerza de Pueblo, que cada día suma adeptos y fortalece sus estructuras organizativas, pero menos la popularidad del Dr. Leonel Fernández, que se encuentra con un posicionamiento puntero en la preferencia electoral de cara al 2024. Y es que Leonel con sapiencia y sus pasos calculados tiene desorientados a sus adversarios.

El autor es docente universitario y dirigente político.

 

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