Me pide romper las reglas, no es mi estilo

219

Autor Bayardo Quinto Núñez

Mi Bitácora de Futuro

Allá por los años 1920 del tiempo ido. Si la última puñalada se hubiese desviado un poco mas, no hubiera muerto. Pero, ese caso no salió en las noticias, cómo se enteró usted, porque soy forense. Ah, bueno.

Empero. El reloj tiempo, se ha esmerado en actuar, en algunos casos a favor y otros en contra de las personas nobles. Lo que pasó, fue condenado a muerte, recibe la cruz. Cae por primera vez. Encuentra a su madre. Cirineo, ayuda. Impresión de la Santa faz. Cae por segunda vez. Consuela a las mujeres. Cae por tercera vez. Es desnudado. Clavado, muere y bajado, y puesto en su Santo lugar.

-Ese fue y es el destino del mundo del cual nos servimos, acabar con lo bueno a cambio  de lo procaz, que ironía de la vida, ¡verdad!-le expresó Zoraida a Zaida-.

-Quiere decir que aquí en la tierra somos CRISTO SIN CRUZ-inquirió Zaida a Zoraida-.

-Pues claro, acaso no vez que está vida está repleta de sufrimientos que nunca acaban, y estamos como condenados a cargar esa cruz simbólica, en este caso es el sufrimiento por la vida y sus quehaceres-replicó Zoraida-.

-Que dilema de la vida al unísono gesticularon ambas amigas-.

-Como tú trates a los demás serás tratado tú-repuso Zaida-.

Realmente. Esos son los ojos y oídos escultóricos del tiempo ido y actual. Siempre se encuentran despiertos, al filo de la media noche, y de todos los tiempos, aunque ya había y sigue haciendo hechos sus estragos, y paulatinamente por orden del tiempo descendió en los laberintos de la penumbra, ésta callaba, y poco a poco con pasos furtivos aparecieron algunos aullidos lejanos de perros, el gemido de los grillos, el caracoleo de caballos, ciertos gatos desplazándose sobre el techo, los pajaritos iniciaban sus cantos, eran diversas especies con sus propias notas musicales, también los grillos, despuntaron, los gallos  con su kikiriki…, era toda una orquesta sinfónica de nunca olvidar bella melodía.

Estos sonidos diversos en la medida que descendía la aurora del nuevo día, se iban alejando como cuando una melodía musical va finalizando, pero quedaba impresa en el alma que le sonríe, era una tonalidad tan suave, que dichosamente se tuvo la oportunidad de escuchar y saborear, en ese tiempo que decía adiós. inclusive, si nos detenemos a escuchar el conjuntos de bichos es una notable sinfonía, pero si solamente en esa (s) oídas escuchas al grillo, o al gallo o al ave que silba y etcéteras, es una música independiente tonal diferente.

  1. Cuando apareció nova aurora, con otro nuevo amanecer, se veía otro horizonte en el centro del universo y/o cosmos, el que, volvía a revivir con nueva energía, viéndose venir la luz, sus pasos, con nuevos dones, matices, bemoles para insertarnos en la nueva vida cotidiana.

Así, es en todos los tiempos, todos los días, con nuevo energía y afán- ver nacer una nueva melodía y/o sinfónica musical o letrística, obsequiándonos su alma, apartando aquellas ramas que entorpecen el buen desarrollo del camino gesticulante, para descender en frondoso corazón, pero si con tremenda algazara, para comprender bella melodía del nuevo día, y comprender los dilemas de lo Novo Cotidiano.

Así es todos los días con ciertas variantes no más, el resto nosotros lo aportamos en el medio. Lo disfruté y lo seguiré disfrutando.

Del autor de esta obra letrística Bayardo Quinto Núñez abogado y notario público, escritor, pintor y músico, oriundo de Masaya Nicaragua

(Bayquinú)

 

 

 

SHARE