Una sociedad “alienada” casi por completo

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A manera de introducción, sobre la temática a tratar más abajo, procede transcribir aquí.

“Como alienación se denomina el proceso mediante el cual un individuo se convierte en alguien ajeno a sí mismo, que se extraña, que ha perdido el control sobre sí. En este sentido, la alienación es un proceso de trasformación de conciencia que se puede dar tanto en una persona como en una colectividad”. (Fuente: red de la Internet).

Asociando la descripción anterior expuesta, con lo que viene ocurriendo en esta nación, Dominicana, se puede decir que, el grueso de las cosas que se ven en este país, en términos de algunas disposiciones oficiales periódicas, como de la aceptación poblacional que reciben, muy poca lógica se les encuentra.

Más bien, lucen como estrategias embaucadoras para desviar la atención de la gente sobre las graves situaciones que afectan a todos los ciudadanos en este país; y, que encuentran de inmediato coros subvencionados a nivel de los “loros y las gallaretas” locales, que se encargan de expandir a granel los seudo análisis y comentarios relativos por los que se inclinan, en busca de procurar obtener los efectos sociales deseados.

Sus intervenciones radiales y televisadas, conjuntamente con los titulares periodísticos a que se recurre en los medios escritos, se llevan de encuentro, las temáticas sobre asuntos afectantes precedentes, y la ciudadanía rápidamente enfoca la vista hacia lo nuevo con que se está tratando de entretener, quedándose atrás lo anterior, y poniéndolo al borde del olvido. Claro, sin que nada se haya resuelto. ¡Ahí está el quid del asunto!

Luego, no hay que ser un gran sociólogo, solo mero observador analítico, para darse cuenta de que las actitudes, como las aptitudes impropias, que se verifican a nivel de la sociedad dominicana, son el producto, eh parte, de aquel proceder a cargo de políticos y empresarios locales; amén, de cuánto más se le induce al pueblo, desde  dichos poderes hegemónicos en este país, con el adicional extranjero, que por supuesto se agrega siempre,  para que se piense y se actúe localmente como esos lo quieran, en pos de mantenerse gravitando sobre esta sociedad

Es innegable que, ese gran conglomerado aquí – la sociedad – luce estar como drogado, o dopado, robotizado, desde hace ya varios lustros; y, caminando hacia el frente, como asno con antiojeras, para donde lo quieran llevar, no hay duda; y, como destino marcado lo entiende aquel.

Todo el desorden institucional, y social generalizado, que aquí se respira, innegable, proviene en gran medida, del alto grado de inducción alienante, y los manejos adrede presentes, a que está siendo sometida la gente en esta nación: situación que es obvio, ha venido permitiendo el “pescar en mar revuelto”, como se dice popularmente.

En ese tenor, se promueve la difusión de música basura, como de los llamados bailes epiléptico, principalmente a nivel de la juventud – se fue nuestro merengue para “casa del carajo hace mucho” -, que es sabido, inducen al uso de estupefacientes, y a la degeneración sexual; a la desaparición de los grandes valores morales que se observaban otrora; como, hasta a la nulidad de la familia, tal célula principal-primaria de toda sociedad humana, por los efectos “derivantes”. Y, ni hablar de los daños a la calidad de la educación local.

En un conjunto de personas impensantes, y nada más, han convertido los poderes hegemónicos: políticos, y empresariales la sociedad en Dominicana, gravitando de manera fehaciente en la misma, a los fines de poder continuar narigoneando a su gente, según la voluntad de aquellos; ponerla a pensar, si acaso lo hace, como ellos quieren que lo hagan, y se actúe en consecuencia. ¡Nada de los pensares propios de los ciudadanos!

En ese sentido, cae como anillo al dedo la frase de moda, que desde hace ya un tiempito se destaca entre a juventud ignorante nacional, y que reza:  aquí, “na’ e´ na’, y to’ e’ to’ “. ¡Pasable todo!

Es lo que se dice, con cierto “desparpajo”, cuando se tiene que reaccionar, respecto de lo que sea. Obvio que. no se queda a ese nivel ciudadano. Algunos con formación académica también se expresan así.  ¡Claro, es algo causal, no casual!, como se puede advertir.

Dos acepciones bien certeras, que también aparecen en la red de la Internet, amén de lo que se transcribe a manera de introducción en este trabajo, con respecto a alienar, y que bien pueden asociarse, como más directamente con lo que viene pasando en la sociedad dominicana, se hacen dignas de mención aquí, como complemento:

  1. A) “Hacer perder o alterar la razón o los sentidos”..
  1. B) “Causar o provocar la pérdida de la personalidad o de la identidad de una persona o de un colectivo”.

Todo está dicho en esas; y, son de las cosas que tratan de lograr los políticos, como los empresarios locales, vale reiterar, en busca de proseguir cada vez más con los narigoneos de estilo.

Para ello, recurren de ordinario a los medios de comunicación de masa: periódicos, radio, y la televisión, degenerativa esta última, repleta de homosexualidad, obscenidades extremas, prostitución, delincuencia, etc.

En el orden de lo que se ha venido tratando, se pagan como bocinas embaucadoras, para obtener los propósitos malsanos que se persiguen, a seudo comunicadores, y periodistas faltos de ética profesional, que elaboran artículos demagógicos, y titulares de prensa entretenedores, como alienantes por demás.

Lamentablemente, un cambio de actitud político-empresarial, para enmendar daños causados a esta población por esos sectores referenciados; como, un despertar social combativo promisorio de parte de nuestra gente, no se avizoran.

Son cosas esas, que al parecer lucen estar más lejos cada vez. por lo que todos los males asociados que aquí se verifican, parecen ir para largo, según es lo que se advierte.

Autor: Rolando Fernández

 

www.rfcaminemos.wordpress.com

 

 

 

 

 

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