Cuanto se idealizan a las familias, y es cierto, que en su nombre se ha levantado la sociedad y tambien deshecho; no es fácil en estos tiempos de reclusión mantener la tan inspiradora ‘burbuja’, ya van tres años de verse las caras y seguir el mismo discurso o chistes de parientes…
Reinventar y contar cuentos a una misma o uno mismo es una especie de monólogos, y es mejor a que le tiren las puertas en las narices, casi siempre los jónenes, no saben escuchar y menos conversar, sufren de inmediatez o producción de palabras al ritmo de twiter y la carita feliz, con la ‘procesión por dentro’ o cualquier emoticon, que trunque la conversa…
‘’Todo se derrumbó dentro …´’ la familia es casi un recuerdo, una foto de la prole en la sala, en apenas dos siglos, los pilares se horadaron y las familias tradicionales desaparecen con sus viejas y viejos centenarios, y los que resisten están obsoletos y por mas ‘derechos humanos’ los envían a centros de reposo, geriátricos o los abandonan, y eso que no tocamos los que se quedan a vivir con sus hijas, porque pasan una serie de vejámenes, desde la tortura psicólogica a físicos, con abandono y muerte lenta …casi muy pocos cuidan en su salud física y mental a sus padres y madres.
En pandemia los niños y ancianos o ancianas son los mas debiles en la estructura social y en realidad, les menosprecian, ¿ será que saben, en su mas honda conciencia que se les acaba la vida y por eso tienen rabia o hasta odio a los viejos y viejas? ‘Nadie les quitan lo bailado’ y estos jóvenes tienen la parca más cerca y el miedo e inseguridad les ponen agresivos con sus ancianos padres…?
La revolución tecnológica e industrial enterró a la familia tradicional, su confianza, cuido y cariño, experiencia o sabiduría. De familias de doce hijas e hijos, pasó a familias mononucleares con la clásica parejita de varón y hembra, para ahora criar mascotas o la adopción infantil.
El compromiso, responsabilidad, confianza en la pareja, se acortan y aumentan poblaciones de solteras, solteros, ‘realizados’ por sus logros cognitivos y económicos, como el libre albedrío de ‘horas locas’ o ‘clandestinas’.
Mientras la violencia doméstica y feminicidio aumentan en el planeta, muchas prefieren la esterilización. Es una decisión personal, ante la desesperanza e incerteza del porvenir….
Y qué pasaría o pasa, si más bien cada individuo se ‘olvida’ del grupo familiar, del estado, religión, política, del mercado y se asume como ente biológico, sin conciencia, vive al día, sin responsabilidad (esa conducta no es novedad en los adolescentes, que por su crisis de identidad, emocional y hormonal es comprensible, pero en adultos y ‘viejos verdes’ se da con frecuencia esa inconciencia) y no les importan su descendencia, la naturaleza y menos una planta o un mamífero perruno… les divierte las implosiones o desgracias de sus vecinos, familiares, y viven en perpetuas querellas e inclusive es tan’natural’ que violenten a sus madres e hijas, esposa y van de cazadores de niñas o niños.
Las familias ya no se cuidan entre ellas y son mas bien motivo de chismes y críticas destructivas, comparaciones, que siempre buscan al chivo expiatorio, y se desencadenan las culpas, depresiones y suicidios; algunos agregan en el funeral que ’sutana siempre fue rara’…
En tiempos de crisis pandémica se les notan las costuras a las familias, sean estas en apariencia mejor constituídas y no es solo por el tiempo de casados y caracteres empáticos, porque en arrebatos inexplicables de celotipia son parte de crónicas rojas o las disparejas, difíciles, contrarias, que nadie les daban un año de matrimonio, en pandemia, aprendieron a reconocerse, a pelear y dialogar…
Vivir en pareja, en familia es un arte y se necesita mucha creatividad, recrear mundos lúdicos, jugar, al salir del tiempo, del cronómetreo y estupidez, libre de condicionamientos hipnóticos y productivos, en saber escuchar y dialogar con la mas grande comprensión amorosa, empatía a ese ótro, que vive con nosotros, sean hijos e hijas, a quienes vemos a diario y son parte de la burbuja… nos decía en el año 165 a.c. Publio Terencio Africano: ‘ ‘Soy un hombre, nada humano me es ajeno’’ y es necesario reflexionar y tomar acciones solidarias, porque en cada ser humano aflora la necesidad de compartir, somos seres sociales, psicoemocionales, que en esta pandemia la interacción social ha sido fraccionada y a cuentagotas se reabren, a tres años, las gotas de interacciones con menos restricciones.
Así, pues, nada obligado es bueno, y si se explica con detalles y razonamientos, agrado, se torna fácil cualquier situación, y se deberia dialogar siempre; nos necesitamos y Comprender es un pilar fundamental. El individualismo, el yoismo desequilibran las familias y cuanto antes necesitamos argumentar y crear nuevos paradigmas…
Les recomendamos la pelicula noruega ‘’The Innocents’’ de Eskil Vogt y Rakel Lenora Flottum, que trata de la vida interactiva de cuatro niños con poderes, que viven en los suburbios de Oslo, y a través del juego descubren esas energías y sus espectivos usos, alejados del cuido de sus representantes. Ida y su hermana autista ‘salvan’ al urbanismo del mal,..
No olvidemos que los niños son niños y que una vez fuimos niñas o niños y preservamos algunos recuerdos, que aún viven en cada uno de nosotros. ‘’ …nos besamos como niños que se besan por dentro’’ (poeta Eunice Odio)
ESCRITO POR ANA ANKA