La gran interrogante

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Por cuánto se ha venido observando en el plano social, y el político, a nivel nacional, es indudable que, desde el seno del partido gobernante actual, encabezado por el señor presidente de la República en estos momentos, se está aspirando a un retorno al poder, a partir del año 2024.

Determinadas permisividades estatales, en términos de la aglomeración de personas, a pesar de la peligrosa pandemia que cursa en el país, y que exige distanciamiento social obligado, solo así se explican. Obvio, que no se quiere ahuyentar votos, de cara al próximo proceso electoral.

En adición están, algunas actitudes de corte enteramente oficial, sujetas a cuestionamientos, por parte de muchos hombres pensantes, de esos que todavía adornan a esta nación. ¿Qué se persigue con las mismas?

Son esos, indicadores bien claros, de qué los principales dirigentes de esa organización partidarista, se están   agenciando la continuidad en la dirección de la cosa pública local, concluido el presente período de gestión gubernamental.

Es innegable que, los acostumbrados aprestos reeleccionistas en Dominicana, ahora del grupo en el poder, ya comienzan a ser “entonados” por las “bocinas” del oficialismo en los medios de comunicación nuestros, pagados obviamente, no obstante, lo nuevo de la presente gestión de gobierno. Están las diligencias relativas a la orden del día aquí, y es aparentemente indetenible el proyecto.

Ahora, la gran interrogante a formularse en ese sentido es: ¿se reportaría como fructífera tal aspiración, tomando muy en cuenta todo cuánto hasta ahora se ha visto durante el periodo de gobernanza actual?

Sin temor a equívoco, y siendo objetivo, e imparcial, por las muestras hasta el presente, se infiere que no; a menos que, se procure en lo adelante la adopción urgente de las medidas enmendatorias, como beneficiosas para esta sociedad, que viene reclamando la población. ¡No asunto de bla, bla, bla!

Que sean atendidas aquellas con la rapidez debida. Y, que se deje ver el tan cacareado cambio vociferado a todo pulmón durante la pasada campaña electoral, de alcanzar el poder esa entidad política.

Es más, de no ser así, lo que podría estar provocándose en cambio, es el que se produzca un considerable estallido social en el presente, en vez de que este pueblo se pueda inclinar por favorecer de nuevo con el voto al Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Porque, muy notorio es que, aunque aquellos que se estén beneficiando del gobierno lo nieguen, lo que ha estado primando en este país, a partir de agosto del 2020, ha sido más de lo mismo, con respecto a los predecesores en el poder local. Es una percepción poblacional casi generalizada.

En ese sentido se tiene actualmente: alto costo de la vida; carestías a todos los niveles; elevados precios de los combustibles; carísima energía eléctrica; corrupción estatal; deficientes servicios de salud pública; incumplimientos de las ARS; presión tributaria igual, o superior; mayor endeudamiento externo, etc. ¡Se dice que, todo está igual, o peor!

Las mismas fragancias de antes son apreciables hoy, con   muy ligeras variaciones positivas, aunque con ribetes electoreros ésas últimas más bien, de cara al año   2024, en vez de procurarse beneficios generalizados para la población.

Incluso, es muy posible el que, ante la desatención obvia, y el continuismo poco reparador, se esté abriendo de nuevo las puertas del Palacio Nacional a los que ya estuvieron allí presentes.

Además, preciso es destacar que, los envalentonados perremeístas, actualmente en cargos públicos, están olvidando que, para luego recoger, primero hay que preparar la tierra, y sembrarla después.

En su caso valga el símil, refiriéndose a la base del partido, principalmente, que la han dejado de lado casi por completo. Esa, en su gran mayoría, “está frenando en el aro”, como se dice popularmente

Entonces, la gran pregunta seria, ¿y qué pueden esperar aquellos engreídos dirigentes, de los que se fajaron ayer, como de otros ciudadanos simpatizantes que votaron en su favor, para que hoy pudieran esos estar disfrutando de las mieles del poder, más aplausos, “corifeos”, o respaldo solidario? “¡Bueeno!”. Luce bien difícil, ¿verdad?

 

Autor: Rolando Fernández

 

www.rfcaminemos.wordpres.com

 

 

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