Los zambianos divulgan el mensaje: ¡Vacúnense contra COVID-19!

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Estados Unidos trabaja con funcionarios de salud en Zambia para alentar a los zambianos a que se vacunen. (© Shutterstock)

El obispo Cassius Zulu, de 53 años, pastor de la iglesia Evangelio de la Biblia en África (Bigoca) en Lusaka, se puso la vacuna contra COVID-19. Destaca la importancia de la salud pública.

“La fe sola no basta”, dijo Zulu. “Como pastor es importante ser un ejemplo viviente ante la comunidad. Es una buena combinación practicar la fe y ofrecer esperanza”.

Aunque funcionarios del Ministerio de Salud de Zambia trabajan con los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para ampliar la vacunación y el acceso a información precisa y confiable, los zambianos como el obispo Zulu también están haciendo de su parte.

Maybin Mumba con una mascarilla y sosteniendo un cartel frente a un poster de los CDC alentando a la vacunación contra COVID-19 (Rose Tembo/CDC)
Maybin Mumba, de los CDC, ayuda a lanzar la campaña de vacunación contra COVID-19 en la provincia del Este de Zambia en diciembre. (Rose Tembo/CDC).

La portavoz de la Asamblea Nacional, Nelly Mutti, recibió la segunda dosis de la vacuna en septiembre. Ella insta a sus compatriotas zambianos a ponerse las vacunas. “Me vacuné con el fin de protegerme a mí misma y a otras personas con las que tengo contacto a diario”, agregó.

Mutti no informó de efectos secundarios. “Las vacunas no son nuevas. Nos hemos vacunado desde la niñez. Como dice un antiguo dicho médico: «más vale prevenir que curar»“, afirmó.

A fecha del 13 de diciembre más de 1,2 millón de zambianos habían recibido por lo menos una dosis de la vacuna contra COVID-19, según el Ministerio de Salud de Zambia.

Mutanuka Simbuwa, de 56 años, un trabajador comunitario del sector sanitario en Lusaka, informa a los demás que la vacuna favorece al sistema inmune y brinda protección contra el virus.

“Después de presenciar de primera mano en mi vecindario y en la comunidad en general mucha enfermedad y muerte por COVID-19 decidí protegerme a mí y mi familia”, dijo.

Retrato del Dr. James Simpungwe (Rose Tembo/CDC)
El doctor James Simpungwe, de los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades, trabaja para ampliar en Zambia las tasas de vacunación contra COVID-19. (Rose Tembo/CDC)

El Dr. James Simpungwe, encargado médico de los CDC en Zambia para la provincia de Lusaka, dijo que los CDC y las autoridades locales aconsejan a los trabajadores sanitarios permitir a las personas que dudan que expresen sus preocupaciones por la vacuna, para luego orientarlos y que tengan una información precisa y confiable sobre el virus y las vacunas. Esto incluye a los sitios de la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud de Zambia (en inglés) y los CDC.

Otros datos incluyen:

  • Ir más allá de los tuits y los titulares y revisar las fuentes.
  • Tener cuidado con la información obsoleta.
  • No creer en todo lo que uno escucha.

Los CDC han capacitado a más de 500 trabajadores sanitarios en cuatro provincias, según Simpungwe.

También ayudaron a elaborar pancartas y folletos para explicar el virus. Orientados especialmente a la gente con VIH. Esas personas tienen más posibilidades de enfermar gravemente a causa de COVID-19. Más de 30.000 pacientes con VIH han recibido una vacuna.

Barbara Hara Musonda, de 43 años, madre de cuatro hijos, decidió vacunarse por razones muy personales, luego de perder a miembros de su familia a causa de COVID-19.

“Me vacuné por prevención luego de atender a mi marido fallecido en la sala para COVID-19 en el Hospital Central de Chipata”, reveló. Musonda alienta a otras personas a vacunarse.

“La vacuna es muy segura. Tuve efectos secundarios durante tres días, pero me sentía tranquila porque me informaron sobre los efectos secundarios y cómo cuidarme”, dijo.

El periodista Mthoniswa Banda dijo que varios de sus colegas de trabajo contrajeron COVID-19 y que necesitaron tratamiento hospitalario. Calculan que fueron expuestos al contagio después de que un colega cayera enfermo luego de asistir a una celebración familiar.

“La vacunación me salvó de caer gravemente enfermo con COVID-19”, dijo Banda, de 45 años. “Fui el único en la oficina que no tuvo que ser admitido en un hospital”.

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