Día azul

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz

Cuando me propuse aprender más profundamente inglés y conocer sus expresiones o frases hechas más comunes, me sorprendió que denominaran como azul a un día malo.

Yo siempre que tengo un día malo pienso en negro o gris, nunca en azul, pero al investigar algo más, pude averiguar una descripción hermosa y aterradora, me refiero al día mundial de la concienciación sobre el Autismo, el 3 de abril, o también llamado día azul. A todos se nos viene a la cabeza ahora la denominación que se le da en inglés a un mal día, pero no es así, el día azul se refiere a como se sienten sus familiares ante esa enfermedad.

Pensad en lo hermoso que puede ser un mar azul bañado por el cálido sol en una noche de verano, pero también debéis imaginaros la otra cara de la moneda, un mar azul oscureciéndose bajo la tempestad de una intensa tormenta.

Estamos hablando del mismo mar, pero uno muy distinto al otro, así es como se sienten las personas para las que cada día representa una lucha, una infinita paciencia y un amor a prueba de cualquier cosa.

Muchas veces, nos quejamos cuando nuestros hijos adolescentes se encierran en su cuarto a jugar a la consola, o cuando nuestra hija se encierra media hora en el baño para peinarse por enésima vez o se pasa el día escuchando música, pero los padres de un niño autista darían su vida por el hecho de que sus hijos pudieran llevar una vida normal, porque en sus cuerpos ha dejado de notarse el cansancio, ya no se detienen a pensar si quiera lo mucho que les pesa el cuerpo y lo agotados que están, pero en su mente sigue estando la preocupación de qué sucederá con él cuando ellos mueran, que será de su hijo.

Pero no os confundáis, el amor de esos padres hacia su hijo es inmenso, al igual que el de su hijo hacia ellos. Tan inmenso como su paciencia, su capacidad de lucha, su continuo aprendizaje, su perseverancia… porque sus vidas cambiaron cuando él llegó a este mundo siendo distinto a los demás, sus vidas tuvieron que adaptarse a un empedrado y difícil camino, pero no por eso se rindieron, porque cada una de esas personas, es merecedora de esa lucha, y sus familiares, merecedores de mi admiración, porque el autismo no es solo autismo, el autismo comprende afecciones, normalmente relacionadas como el síndrome de Asperger, trastorno infantil y trastorno generalizado del desarrollo. Pero autismo no es sinónimo de tonto, hay niños autistas que son auténticos genios en algunos campos, unicamente tienen problemas para comunicarse, sociabilizar y desenvolverse en situaciones comunes, pero claro, existen muchos grados de autismo, así que cada niño es un mundo, un mundo azul con kilómetros de inmensidad interior.

Desde que me enteré de lo que significaba para ellos el día azul, ya no me gusta decirlo en inglés, ya que por mucho que pensemos que hemos tenido un día azul, nadie podrá superar los días azules de los seres queridos de esas personas.

Hoy estaba teniendo un día azul, pero prefiero llamarlo gris, lo que está claro es que, el día siempre puede ir a peor, no os digo que os conforméis pensando que el día de otros ha sido más malo que el vuestro, sencillamente pensad que quizás no os ha sucedido todo lo que estaba previsto que os sucediera. Quizás los cinco minutos que llegasteis tarde al trabajo por olvidar la mascarilla en casa y tener que volver a por ella, os evitara un accidente de tráfico, una caída o un robo, quizás en esos cinco minutos habría pasado alguien que os habría elegido como su siguiente víctima. Pensadlo, llorad, patalead por el día nefasto que habéis tenido, y cuando terminéis, coged aire, respirad profundamente, y pensad que podéis haber tenido suerte.

Pensad, que seguramente los padres de un niño autista, no lo cambiarían por nadie, porque él es su hijo, sea como sea, y quizás ese infortunio les haya dado al ser más hermoso y al hijo perfecto e irremplazable del quien jamás renegarían.

Porque la vida es así, con sus casualidades accidentadas completamente planeadas por un universo caprichoso.

 

 

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