¡Hablar aquí de aumentar salario! ¿Cuál será?

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Ese es uno de los asuntos que más complejo se torna, si en realidad se persigue beneficiar a la clase laboral, cual que sea, tanto pública como privada, cuando se autoriza aprobar, oficialmente, aumentos salariales, por las implicaciones obvias que devienen de inmediato.

En primer lugar, para para poder hacer efectiva una disposición de ese tipo, se hace necesario que los empleadores puedan disponer de los recursos económicos requeridos: Pues, de lo contrario, se hace casi imposible cumplirla. Es de rigor ponderar eso, antes que nada.

Luego, en el caso de que las disponibilidades no se tengan en ese sentido, ¿cómo procurarlas?

En el sector privado tiene que recurrirse al aumento de los precios correspondientes a las mercancías, o servicios que se expenden. No se puede perder de vista que los emolumentos salariales que se requiera pagar, entonces aumentados, contribuirán a incrementar el rubro de los gastos fijos.

Eso, obviamente, habrá de disminuir su margen de utilidad, entre otras cosas; y, por tanto, todo incremento de sueldos habrá de ser compensado de alguna manera, siendo ese camino señalado, el  más expedito: aumentar los precios, cabe la reiteración.

En lo tocante al sector público, el gobierno necesita también de una mayor captación de ingresos, que le permita absorber el aumento a verificarse a nivel de sus gastos corrientes por ese concepto. Es indudable que, la herramienta más a la mano que se tiene, es la imposición de mayores tributos a la población.

Luego, en ambos casos, las cosas se reportarán como generación de un proceso inflacionario, mayor que el que se pueda tener de momento, el cual se tragará los pírricos aumentos salariales que se produzcan, por los traspasos obvios a la sociedad consumista, a través de los aumentos en los precios; o, como consecuencia de la afectación directa que produzca, derivada de las mayores cargas impositivas dispuestas, cuando del Estado se trate.

Es por lo expresado, que no pocos entienden que, la manera más razonable de favorecer al segmento laboral de toda población, en términos de aumentar la capacidad adquisitiva de ésta, a partir de los emolumentos salariales que se reciban, no es con pequeños aumentos de sueldos directos, chelitos, como es lo que se hizo últimamente aquí

Es buscar la manera de regular y controlar los gastos por servicios a cargo de la misma, cero abusos especulativos; como, el procurar control sobre los precios de los productos de primera necesidad – eso de libre comercio deña más en entornos agiotistas -, al tiempo de contemplar, y llevar a cabo, disminuciones razonables de los gravámenes tributarios relativos, aplicables esos de forma directa o indirecta a la población. Por ahí, sí que pueden verse beneficios para la gente.

El resto, no son más que chacharas y demagogias politiqueras, como empresariales, en connivencia con los seudo sindicalistas que se gasta este país, para hacer frente a las presiones sociales que se tienen de ordinario en ese orden; como, lograr objetivos electorales futuros en adición.

Autor: Rolando Fernández

 

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