Leonel Fernández, simulación hipocresía y mediocridad

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Por Miguel Espaillat Grullón

1 – En todos los tiempos han existido las adaptaciones literarias, por ejemplo, de una novela o de una canción para dar una nueva versión artística de la obra de que se trate. Entonces, hacer una adaptación de un artículo, para interpretarlo o para dar una nueva versión de mismo se inscribe dentro del susodicho quehacer literario. En esta entrega es lo que hago con el artículo titulado “simulación, hipocresía y mediocridad “del prestigioso profesor universitario de Lengua y Literatura española, Domingo Caba Ramos, el cual fue publicado en el periódico digital almomento.net en días recién pasados. Ahora bien, las versiones artísticas de una obra pueden ser malas o buenas, en ese temor, yo aspiro a que en este caso, la mía sea de las buenas. Veamos:

2 – El profesor Domingo Caba Ramos en su referido artículo – muy atinadamente – comienza explicando los calificativos que usa en el encabezado de su artículo. Cito: “Simulación – Acción y efecto de simular” … “Simular – Hacer que algo parezca real no siéndolo” … “Representar algo fingiendo o imitando lo que no es»

3 – A seguidas el profesor hace un juicio de valor con el párrafo siguiente: “La sinceridad, autenticidad e integridad personal, en la sociedad dominicana, se nos presentan como tres de los valores tradicionales progresivamente en vía de extinción o como parte de las luces que poco a poco van dejando de iluminar el comportamiento humano”.

4 – Luego, el profesor Caba Ramos remacha su opinión anterior con las palabras siguientes: La lucha por la supervivencia o el “sálvese quien pueda”, nos ha transformado en verdaderos seres «simuladores», «cínicos», «hipócritas», “mediatintas”, “fofos”, «plásticos» y «artificiales «. Y hasta la sonrisa, en ocasiones, parece grapada en el rostro de muchos de los hombres y mujeres con los cuales necesariamente tenemos que interactuar en nuestras cotidianas relaciones sociales (laborales, familiares, políticas, sindicales, culturales, etc.).

5 – Un determinado interés – prosigue el profesor – genera una determinada conducta no siempre benigna, sino perversa; pero escondida tras la máscara maldita y no menos perversa de la simulación. Y como en los mundos políticos y del trabajo es donde con mayor énfasis se ponen de manifiesto las luchas de intereses, es en esos ámbitos donde fluyen las más dañinas lacras comportamentales, como fluye a la superficie del agua el olor pestilente del cadáver que por mucho tiempo se mantuvo oculto en el fondo del océano.

6 – Mundos – prosigue el profesor – en los que hay que mantenerse siempre a la defensiva e interpretando, para no sucumbir, las verdaderas intenciones que se esconden detrás de cada palabra, cada gesto, cada acción y hasta detrás de cada manifestación de cortesía. Mundos en los que aquel que no te soporta ha hecho todo lo posible por no tenerte a tu lado o excluirte de la organización en la que comparte compromisos contigo, por delante te colma de elogios, aunque por detrás te inserte el dardo que neutraliza para siempre tus habituales movimientos.

7 – Somos – remata el profesor – una sociedad pletórica de simuladores. Y ante cada nueva y fingida actitud, parece cobrar vigencia el contenido de un artículo que hace muchos años publiqué en la prensa nacional con el título de “Sicología de los hipócritas”, y el que, por considerarlo de interés, nos permitimos reproducir a continuación:

8 – “El hábito de la mentira paraliza la lengua del hipócrita cuando llega la hora de decir la verdad” (José Ingenieros).

El diccionario académico define los términos hipocresía e hipócrita de las siguientes maneras: “Hipocresía: Fingimiento y apariencia de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan” “Hipócrita: Que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente”.

9 – “La hipocresía – apunta José Ingenieros (1877 – 1925) – es el arte de amordazar la dignidad. Es el guano que fecundiza los temperamentos vulgares, permitiéndoles prosperar en la mentira: como esos árboles cuyo ramaje es más frondoso cuando crecen a inmediaciones de las ciénagas” (El hombre mediocre, pág., 1975, 83).

10 – Sostiene Ingenieros que: “La hipocresía es más honda que la mentira. Esta puede ser accidental, aquella permanente. El hipócrita – amplía” – transforma su vida en una mentira metódicamente organizada. Hace todo lo contrario de lo que dice, toda vez que ello le reporte un beneficio inmediato” (ob. cit., pág.87)

11 – De las ideas preindicadas se infiere que la mentira es la materia prima de los hipócritas, vale decir, el hipócrita es necesariamente mentiroso, y en virtud de esta cualidad es, sobre todo, un ser simulador, cínico, desconfiable y traicionero.

12 – Si la hipocresía es una de las más perversas expresiones del egoísmo, los hipócritas son por naturaleza egoístas. Para ellos el yo de los demás carece de importancia. Sólo importa su propio yo. De ahí que siempre actúen movidos por sus particulares intereses, nunca inspirado en el interés colectivo.

13 – Los hipócritas suelen tener cómplices circunstanciales, pero no amigos fieles y permanentes. Son utilitarios, oportunistas, individualistas y ambiciosos; pero fundamentalmente traicioneros. Con tal de materializar sus planes o propósitos son capaces de traicionar hasta sus más íntimos amigos o más cercanos parientes.

Los centros de trabajo, sindicatos y partidos políticos están pletóricos de estos indeseables personajes.

14 – El hipócrita es un ser peligroso a quien hay que temer. En él todo es falsedad, engaño y apariencia. Por eso ríe cuando desea llorar y llora cuando quiere sonreír. Receta la medicina para curar el mal que él mismo ha provocado y suele desear larga vida al ser que desearía ver muerto. E l triunfo ajeno constituye su propia derrota. Por eso odia reconocer el mérito de los demás, y cuando lo hace, sus elogios resultan ser siempre falsos, irónicos y sarcásticos.

15 – La lengua del hipócrita es mortal como el veneno de la víbora y destructora como la furia del huracán. Una palabra suya puede provocar el divorcio de dos amantes y la enemistad de dos amigos. Estos individuos se rebajan sin saberlo. Su propia condición los transforma en entes chismosos, envidiosos, intrigantes y mediocres.

16 – Conocer su verdadera identidad no siempre resulta fácil, pues aparte de actuar con gran habilidad, astucia y sagacidad, están también dotados de una increíble capacidad histriónica. Proceden como esos veteranos actores cuyos rostros parecen estar cubiertos por máscaras invisibles que les permiten ejecutar libremente sus maléficas acciones.

17 – Más, sin embargo, conviene hacer todo lo posible para identificar en cualquier lugar a estos magos de la simulación, como única forma de no perecer devorado por sus garras mortíferas. (Fin del articulo del profesor Domingo Caba Ramos).

Mi opinión sobre este articulo

18 – Pueda que el profesor Domingo Caba Ramos cuando escribió su artículo (del que hago referencia en esta entrega), no estaba pensando ni remotamente en Leonel Fernández Reyna; pero para mí, su contenido es una descripción perfecta del perfil psicológico (de la personalidad) del nefasto personaje que nos desgobernó en tres ocasiones, y que ahora, simulador, hipócrita, cínico, ladino, mentiroso, insidioso, maquiavélico y mediocre como siempre, pretende volver a la presidencia en el 2024. Es mediocre, porque una persona que necesita ser presidente a toda costa para sentirse ser alguien, es un mediocre.

19 – Recientemente, este personaje de las tinieblas pronunció un discurso para poner distancia con el gobierno y Luis Abinader y para constituirse en líder de la oposición. Las retorcimientos y manipulaciones que hizo de la realidad confirman una vez lo expresado por el profesor Caba en su artículo, sobre los personajes maquiavélicos y fouchéscos como Leonel Fernández.

20 – En este tiempo, gracias a las redes sociales, nuestro pueblo ya conoce el prontuario delictivo (profusamente antipatriótico e inmoral), de este desvergonzado. Leonel, con tan solo 5% de los votos y con un prontuario de capo, de padre de la corrupción, de mentiroso (de mitómano) de cínico y simulador, de entreguista y traidor a la patria y asediado por las redes sociales que no permiten las desmemoria, no tiene la minina posibilidad de volver al poder. El solo hecho de este corrupto y corruptor haber concedido a la Barrick Gold el infame contrato, 97 a 3, más otorgarle millonarios subsidios de combustible, concederles de gratis las aguas de la presa Hatillo, darles exoneraciones fiscales y arancelarias, hacerse de la vista gorda ante los daños ambientes que ocasiona esa empresa con sus operaciones a cielo abierto, y además, hacerse el chivo loco para permitir un pobre control de las operaciones contables de esa empresa, son hechos con los que el pueblo tipifica a ese camaján de traidor a la patria y por consiguiente condenarlo a la muerte civil. Otras culturas, como la China, lo condenarían a la pena máxima.

21 – Con su discurso – descubiertas sus intenciones – a Leonel le ha salido el tiro por la culata, por que dice el Eclesiastés, “De sus propias iniquidades será presa el impío, y en los lazos de su pecado quedará atrapado. Morirá por falta de instrucción, y por su mucha necedad perecerá”

22 – De ahora en adelante, el gobierno presidido por nuestro presidente Luis Abinader debería de tener en cuenta la ley que rige del comportamiento mecánico del mundo físico – “a toda acción corresponde una reacción igual y en sentido contrario a la fuerza que la produce” – para adaptarla a lo político; de modo, que como Leonel se ha decidido por hacernos la guerra, responderle con una guerra total que lo aplaste bombardeándolo inmisericordemente hasta destruirlo con todos los actos corruptos que se cometieron en sus tres gobiernos, puesto que él, dado su historia delincuencial y de traición a la patria, no tiene la autoridad moral para señalar inconductas a otros ni para elegirse en defensor de la patria, ni para pretender regresar como el” presidente salvador” en el 2024.

23 – Leonel debe saber, que ya en este tiempo es conocido por la mayoría del pueblo todo lo que en su artículo revela el profesor Domingo Caba Ramos sobre los simuladores, los hipócritas y los cínicos, y que todo ese saber, es vinculante con su persona. Y sobre los perversos, el pueblo ya también conoce de ello. Otro profesor – Narciso Gonzales (Narcisazo), antes de morir, se ocupó de explicarnos quienes son estos nefastos especímenes.

El que tenga oídos, que oiga…

Enlace para acceder al artículo del profesor Domingo Caba Ramos

Simulación, hipocresía y mediocridad 

 

New York NY 27/8/2021

 

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