El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, insta a las democracias a garantizar el desarrollo responsable de la inteligencia artificial (IA) y de las tecnologías emergentes para evitar su uso indebido por parte de los regímenes autoritarios.
En un discurso pronunciado el 13 de julio (en inglés) en la Cumbre mundial de tecnologías emergentes, de la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial, Blinken dijo que las tecnologías emergentes deben utilizarse para fortalecer los valores democráticos y no para facilitar la represión.
“Necesitamos que Estados Unidos y sus socios sigan siendo los líderes innovadores mundiales y los que establecen las normas”, dijo Blinken, e instó a que “los derechos universales y los valores democráticos sigan siendo el centro de toda la innovación que está por venir, y que aporte beneficios reales a la vida de las personas”.
La cumbre reunió a funcionarios del gobierno y del sector privado así como a otras personas dedicadas a avanzar las nuevas tecnologías, a proteger las sociedades libres y a impulsar la innovación económica.

Los regímenes autoritarios están convirtiendo la tecnología en herramientas de represión, indicó Blinken al citar las actividades de piratería informática por parte del gobierno ruso y la vigilancia de la República Popular China sobre los uigures y los miembros de otros grupos minoritarios religiosos o étnicos en Xinjiang.
Para desarrollar una tecnología que beneficie a todos y no apoye los abusos por parte de regímenes autoritarios, explicó Blinken, las democracias deben:
- Reducir los riesgos de seguridad de actividades cibernéticas maliciosas mediante normas comunes de comportamiento y una respuesta colectiva a los ataques.
- Mantener el liderazgo en innovación tecnológica y asegurar las tecnologías críticas, incluidos los sistemas de telecomunicaciones de quinta generación (5G).
- Defender una Internet abierta, segura y confiable, ya que cada vez más gobiernos instalan muros digitales, controlan la libertad de expresión y bloquean Internet para reprimir a la disidencia.
- Establecer normas para la tecnología que protejan la salud y la seguridad y eliminen las barreras comerciales.
- Apoyar los valores democráticos al contrarrestar la desinformación y el uso indebido de la tecnología de vigilancia.
- Promover la cooperación para abordar los desafíos de la tecnología emergente, la pandemia de COVID-19, el cambio climático y otras áreas.
Las naciones democráticas ya están respondiendo al uso indebido de la tecnología por parte de los regímenes autoritarios, indicó Blinken. Estados Unidos y las naciones asociadas del Grupo de los Siete (G7) están desarrollando principios comunes para las tecnologías emergentes.
En abril, cuando Estados Unidos culpó al gobierno ruso de las intrusiones cibernéticas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea y 22 naciones apoyaron esa conclusión. La OTAN ha acordado que un ciberataque a un miembro es un ataque a todos sus miembros.
En 2020, Estados Unidos publicó una guía de comprobaciones debidas (PDF, 2,1MB, en inglés) para ayudar a las empresas estadounidenses a asegurar que sus productos no sean utilizados para la represión.
“Nuestro objetivo son redes robustas, en plural, de países, empresas y universidades conectadas por valores comunes y un compromiso común para diseñar y desplegar la tecnología en beneficio de todas las personas”, expresó Blinken.