El poemario “Después del Oasis” es un remanso de paz

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Por José Luis Ortiz

Después del Oasis es un gran poemario del prestigioso escritor, poeta, columnista internacional y director general del peruano Elías Mondragón Herrera. Un escritor de una larga y exitosa trayectoria, además de un gran editor literario.

En el poemario Después del Oasis, el poeta da rienda suelta a las emociones y los deseos más profundos, y creencias más profundas en un tono ciertamente confesional que ha caracterizado, y caracteriza, a buena parte de la poesía contemporánea. Pero, la poesía de va más allá de la confesión, viajando por la poesía existencial, humana hasta la mística, encontramos poemas trascendentes que nos hablan de Dios como un lugar protector, como es el caso del poema, PRESENCIA TRASCENDENTE y que expresa:

“Vida de mi Vida,

presencia real y acaecida

en cada jornada realizada.

No sé qué decirte cuando soy indiferente

ante tu presencia Trascendente.”

 Expresa con palabras certeras el amor en su máxima esencia en el maravilloso poema RECUERDOS QUE NO VOLVERAN. Este poemario es un remanso de paz en medio de la vorágine urbana en la que a veces perdemos la capacidad de comunicarnos con los demás y con nosotros mismos.

La obra, construida en torno a coherencias emocionales, tiene como hilo conductor uno de los temas más recurrentes en poesía: el amor fundamentado en el idealismo y la humanidad.  Un amor a Dios, un amor a la Vida. Es un canto a la esperanza. No obstante, no siempre predomina un tono melancólico, nostálgico: también hay episodios más optimistas, nutridos por el recuerdo de una infancia sin sobresaltos, como en el poema MADRE. Es una escuela fundamental: la de la escritura del yo, donde la poesía alcanza su cumbre, y se entiende como un proceso sanador.

En esta obra se muestran las obsesiones, sueños y esperanzas del autor en la que se crítica al exacerbado individualismo contemporáneo: «un espejo de  una deshumanización corrosiva» como declaró  recientemente en una Entrevista. El mundo, a veces, sentido como un lugar inhóspito, como una selva de rarezas y mediocridades, se salva sólo con el contacto con el otro y el concepto de cooperación y solidaridad.

Elías Mondragón es un autor que combina modernidad y tradición. Va más allá de la confesión, viajando por la poesía amorosa, vivencial e incluso la mística. Consigue que su poesía sea espacio acogedor, seguro, en el que perdernos las tardes lluviosas de invierno. Esos días en los que se hace balance de nuestra propia vida, del paso del tiempo.

Comparto un hermoso poema extraído de este libro en la voz de la locutora y periodista peruana Luciana Irigoin: https://youtu.be/ffA2udOhflw

 

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