Violencia de género: Una pandemia que afecta fuertemente a las niñas y adolescentes

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Plan International hace un llamado a todos los gobiernos nacionales a tomar medidas para salvaguardar y proteger a las niñas contra la violencia de género.

América Latina, 21 de mayo de 2021. Este tipo de violencia es la que se ejerce hacia las niñas y mujeres por su condición de género. La misma se incrementó de forma drástica durante la emergencia sanitaria, debido al confinamiento y las medidas de aislamiento social, que han agravado los factores de riesgo de violencia (como la convivencia con el agresor) y han deteriorado los factores de protección (como la falta de acceso a mecanismo de denuncias y pérdidas de vínculos sociales). Por ejemplo, en Perú, las denuncias por violencia familiar y de género aumentaron un 130% durante los meses de cuarentena decretada en 2020, en comparación con el año anterior, según informó el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

La violencia hacia la mujer fue declarada Pandemia hace años por las Naciones Unidas y en el 2019 la región de las Américas era la más letal del mundo para ellas. Esta “pandemia en la sombra” afecta también a niñas y adolescentes, y esto se agravado aún más con el cierre de las escuelas y al verse debilitados los sistemas de protección de la niñez en los países.

Por este motivo, Plan International promueve la discusión de esta problemática entre los diferentes gobiernos e instituciones, con el objetivo de incidir en la implementación de políticas públicas que contribuyan a erradicar la violencia de género y cualquier forma de discriminación que afecte a las niñas, adolescentes y mujeres.

Las políticas que apuntan a erradicar la violencia de género suelen centrarse en las mujeres y las políticas que buscan reducir la violencia contra la infancia no suelen tener enfoque de género. Sin embargo, las cifras nos muestran claramente como la violencia de género afecta enormemente a las niñas: Colombia, el 74.72% de los casos de violencia sexual son en niñas menores de 14 años[1] y en Guatemala, la mayor parte de las desapariciones de mujeres se dan en niñas menores de edad[2].

Las restricciones de movilidad y las medidas de distanciamiento social provocaron que un gran número de niñas y jóvenes adolescentes se queden encerradas con quienes son sus principales agresores y estén en permanente riesgo. Además, generó mayores barreras para que puedan acceder a servicios esenciales, educación, asistencia, y vivan una situación de mayor dependencia financiera.

“El cierre de las escuelas y colegios ha eliminado un factor de protección importante contra el abuso infantil. Los centros educativos siempre han funcionado como espacios protectores donde se pueden denunciar estos casos, su cierre prolongado está yendo en detrimento no solo de su educación pero también de su protección. En muchas ocasiones, las niñas y niños están solos en casa y sin supervisión, lo que les expone a diferentes riesgos”, enfatiza Débora Cóbar, Directora Ejecutiva de Plan International en las Américas.

Otro de los riesgos de violencia que se ha incrementado es el acoso y abuso sexual infantil en línea, debido al aumento de la necesidad de estar conectados a internet. Plan International, a través del estudio ¿Libres para estar en línea? (2020),identificó que el 58% de las niñas fueron víctimas de acoso en línea alguna vez en sus vidas; el 59% de las niñas y jóvenes que han sido acosadas indican que el tipo de ataque más común es el lenguaje abusivo e insultante. Asimismo, el 50% de las niñas aseguran que hay más casos de acoso en línea que en las calles y, en su mayoría, señalan que la plataforma digital en la cual se dan más casos de este tipo es Facebook (39%), luego se encuentran Instagram (23%), WhatsApp (14%), Snapchat (10%), Twitter (9%) y TikTok (6%).

Finalmente, la pérdida de ingresos familiares y las responsabilidades impuestas a las niñas por razones de género (tareas domésticas y de cuidado) aumentan el riesgo de trabajo infantil y de violencia sexual y de género, incluida la explotación sexual y el matrimonio y unión infantil, temprano y forzado.

Plan International insta a todos los gobiernos nacionales de América Latina y el Caribe a tomar medidas para salvaguardar a todos los niños, niñas y adolescentes, y concretamente para proteger a las niñas y mujeres de todas las formas de violencia por razón de género. Todos los proveedores de servicios responsables de ofrecer protección a la infancia y servicios contra la violencia sexual y de género deben adaptarse para asegurar su accesibilidad durante la pandemia, incluyendo servicios a distancia. Esto debe incluir campañas de concienciación, asesoría y otros servicios de apoyo a la salud mental y psicosocial, gestión de casos, líneas de ayuda y mecanismos de reporte. Los mecanismos de reporte de violencia de género deben ser espacios seguros y fácilmente accesibles para adolescentes y mujeres en riesgo.

“Desde Plan International, invitamos a las autoridades a crear un mundo seguro y libre de violencia para nuestras niñas y adolescentes. Ahora, más que nunca, necesitamos trabajar de manera conjunta por transversalizar el enfoque de género en todas las dimensiones y generar e implementar políticas públicas para recuperar el futuro de las nuevas generaciones”, expresa Débora Cóbar.

 

 

 

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