Por: Doctor William Lora
La naturaleza se sacude por el dolor en defensa propia por las heridas mortales que continuamente le inflige el hombre, ella responde con los efectos devastadores del cambio climático y la Pandemia por COVID-19.
La naturaleza reclama ferozmente lo que le han despojado.
El hombre con su habitual y patológico afán de riquezas ha destruido bosques, ríos, con la extracción de arena, manantiales, lagunas naturales, desaparición de las especies silvestres y aniquilamiento del ecosistema, arrastrando dos graves amenazas de extinción de la especie humana: El cambio climático y la incontrolable pandemia por COVID-19.
Siguen su curso de destrucción, muerte y enfermedades incontrolables, la peor de todas: la indiferencia del género humano por su autoconservación.
La sociedad luce derrotada, agotada, enferma, desorientada, no reacciona con actitudes positivas para generar cambios a favor de su salvación.
Actualmente las sociedades y la conducta humana están siendo arrastradas al caos, la confusión, al desequilibrio psicoemocional, enfermedad bipolar, etc.
Estos factores aquí señalados inevitablemente conducen a nuestros congéneres a una muerte lenta y segura. Recientemente hay presencia de suicidios cuyas causas son inexplicables en personas jóvenes descendientes de familia ejemplares.
El autor es: Medicina Interna Reside en Santiago Rodríguez.
