Límites

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A través de la vida, en el fluir de los años todos sufrimos pérdidas, dolores, desengaños; a todos sin excepción, alguna vez nos marcan las heridas. Nos rompen el alma nuestras pérdidas sanguíneas o amorosas, se nos hace añicos el corazón con las decepciones y la tristeza, por ello en este trasegar por la vida es necesario y prioritario que disfrutemos al máximo de esos grandes o pequeños triunfos que nos obsequia Dios y el universo y que son instantes eternos de efímera felicidad.

Pero cuando el dolor marca una huella tan seguida y tan profunda, remueve sin tregua los cimientos de la esperanza y hasta de la fe. En esos momentos tan difíciles que nos hacen sentir que descendemos a un pozo profundo donde se ahoga el alma en forma contundente sin que podamos visualizar una pronta salida, es cuando debemos hacer un alto, recordar que después de cada noche siempre habrá un amanecer, que a veces se necesita la lluvia para limpiar el alma. Colocar límites y tomar distancia de todo aquello que se empeña en robarnos la paz y el equilibrio, apoyarnos en esa red familiar y de amistades muy cercanas que nos ayuden a trascender,  buscar asesoría profesional de ser necesario.

Por nuestra salud física, mental y espiritual, debemos aceptar que como seres humanos tenemos limitaciones pero también la fortaleza de espíritu que nos ha dado el Creador para salir adelante trabajando en equipo y unión familiar.

Autora: Rossi Er

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Colombia

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