A José, le Cortaron La Luz..!!

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Por Juan Cruz Triffolio

El inquieto José La Luz, al margen de las diferencias naturales y abismales que en diversas áreas podríamos tener, siempre lo he admirado y respetado por diversas razones.

Su fluida expresividad y capacidad histriónica al comunicar, generalmente exhibiendo un estilo jovial al vestir, empleando indumentarias de los llamados popis, tal vez interesado en llegar a gua gua gua, sinceramente, no puedo negar que me fascina.

Juan Cruz Triffolio

Con su marcado propósito por crecer intelectualmente al compás de las exigencias de los nuevos tiempos, lo cual le permite hacer galas de conceptualizaciones consideradas propias de la modernidad procreada por la cibernética, termina motivándonos y confortándonos, cada día, a no transigir en que solos los libros y la experiencias del cotidiano subsistir nos aleja de la ignorancia que esclaviza.

El fervor y la pasión con que José La Luz expone y defiende lo que cree, aun a sabiendas de que posiblemente se abrazará con el ruido y la sonoridad que muchos procuran en la comunicación audiovisual del presente, nos entusiasma, aunque en ocasiones, lleva a inducirnos a sopesar el valor de la teatralidad cuando se pretende alcanzar algunas finalidades alejadas o no de la santidad.

En definitiva, con las altas y bajas propias de todo joven del momento, José La Luz es un tipo bonachón, la mayoría de las veces, agradable y digno de prestarle atención en sus verbalizaciones y frecuentes actuaciones.

En política partidaria, quiérase o no, es una valiosa reserva que cualquier organización, con características como las que hoy pululan en el tablero del poder criollo, desearía ingresarlo a su nómina de militancia, ya sea por su vocería o por dotes y el manejo encantador y paradisíaco de su creatividad, conceptualizaciones, categorizaciones y dramatismo.

Aquilatado de tal manera, es realmente inconcebible que José La Luz, se muestre sorprendido por lo ocurrido el destartalado y cadavérico PLD Danilista, independientemente de llevar entre sus tantos lastres el haber logrado su inclusión en los medios de comunicación, el favor indeleble de la intervención de su otrora compinche sanjuanero y ex presidente de la República.

De verdad que no asimilo como una persona del nivel intelectual y político del comunicador en referencia, no se haya percatado a tiempo que su espacio en el reducto del partido de la estrella amarilla hace un considerable tiempo que fue clausurado y por tanto, como bien resalta una popular canción, el expresivo comunicador ha de entender, por y para siempre, que allí sólo existen voces complacientes que claman: “Vete a volar a otros cielos” porque definitivamente, “…lo que fue no será”, pero eso sí, sin dejar de valorar la sentencia que subraya “…deja abierta tu jaula”.

Es una realidad amarga pero realista que, José La Luz, está llamado a interiorizar, -como necesidad inmediata-, el valor de una introspección o reflexión serena que le permita comprender y determinar, que si realmente desea continuar en las lides de la política partidaria, tendrá que hacerlo, en otra parcela que posibilite la permisibilidad de sus desenfrenos histriónicos, criticidad o liberalismo.

Ya nada tiene que buscar al interior de su fracción política donde la utopía y la embriaguez de sus sueños forman parte del pasado.

Y ha de ser así, porque con su reacción reciente pero tardía, justificada o no, el polémico y fogoso comunicador escribió el obituario de su tortuosa y conflictiva carrera política en la empresa “Danilo CxA”, “El Colmado de Danilo” o como se le quiera llamar al otrora poderoso y compacto Partido de la Liberación Dominicana.

Penosamente, José La Luz ha sido estremecido por los vientos huracanados y pestilentes del denominado “Danilismo” y por tanto, todo luce que ha comenzado el inicio de su fin, en los corrillos del desmadejado y demacrado partido, considerado, en otros tiempos, como “la obra maestra del Profesor Juan Bosch”.

Recurriendo a una confianza, probablemente no ganada, permítaseme sugerir al afable y elocuente comunicador en cuestión, entre otros de sus compañeros del partido morado, -salvo su mejor parecer y respetando siempre sus derechos-, que aprovechen la enojosa y reciente experiencia política para tomarse un año sabático, en el ejercicio partidario, luego de una confección consigo mismos, reencauzando su militancia y manera de aquilatar la vida pública, hasta lograr el espacio y posicionamiento que real y efectivamente podrían merecer en un partido diferente.

Mientras todo eso ocurra y por el momento, penosamente, hay que concluir en que, tal como lo advertía un apreciado amigo, “… a José, le cortaron La Luz..!!”.

 

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