Un embajador y la Ciudad Primada

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República Dominicana no ha tenido un embajador que quisiera tanto a su país como Julio Portillo, ex embajador de Venezuela en este país. Para hacer efectivo el amor que le profesaba siempre decía, “los dominicanos y los marabinos nos parecemos en todo”. Su comparación era lógica, porque de igual forma amaba a su ciudad natal, Maracaibo. La recordaba en sus desayunos cuando servía un jugo de lechosa con naranja y preparaba el mangú, su rostro sonería y decía “estas delicias pertenecen a Santo Domingo”.

Un amor que comienza a la edad de 18 años cuando asistió como dirigente estudiantil de la democracia cristiana a República Dominicana y que con el pasar del tiempo, iría aumentando cuando escribió el libro Venezuela y República Dominicana, Relaciones diplomáticas. Por ese libro comienza a tener una relación con los expresidentes dominicanos, Juan Bosh y Joaquín Balaguer. Julio Portillo como demostración de amor a la Ciudad Primada también les escribe la Faz de Duarte (iconografía), Los Balcones de la Ciudad Primada y Santo Domingo, imagen y vida: 1860-1960.

Eulalia Flores su gran amiga dominicana, que no dejaba de nombrar y cualquier venezolano que viajará a Santo Domingo lo comprometía para que la conocieran, de allí, que sus hermanos comenzaron un puente de amistad con esta dama de la Ciudad Primada. Y que el 4 de enero del presente año, nos toco darle la noticia sobre la sorpresiva partida de Julio Portillo.

Jesús Navarro Zerpa, venezolano casado con una dominicana fue su alumno en la Universidad Central de Venezuela en estudios internacionales, en los últimos años cuando se refería a él decía; “debe ser nombrado embajador por Venezuela allá, cuando se retorne a la democracia”. Porque refería sobre la gran preparación que tenía en asuntos internacionales.

Su último viaje a la República Dominicana fue en diciembre del año 2019 donde recibió al nuevo año, que estaba por llegar. Sus hermanos vimos en su rostro, antes de despedirse en Estados Unidos, la alegría de saber que le esperaba Santo Domingo para reencontrarse con sus afectos dominicanos y una vez más reforzar sus lazos de amor con dicho país.

Con El Sol de las Américas, periódico digital dominicano construyó un lazo como columnista del mismo, su director, Carlos Diaz señaló que con la muerte de Julio Portillo se perdía el puente que los mantenía informados sobre la realidad política, social y económica de Venezuela.

Lucy Arraya, internacionalista dominicana escribió recientemente sobre él: “Su súbita partida rompe un estrecho vínculo de amistad, solidaridad e historia entre Venezuela y la República Dominicana. Sorpresivamente como en la mitología griega, las palomas negras y la barca sobre el lago de Estigia vinieron y lo llevaron al viaje definitivo y sin retorno….

El Dr. Julio Portillo, diplomático por esencia y vocación, deja un legado a través de sus obras, en las que plasmó sus mejores ideales, experiencias y trabajos de investigación sobre temas de historia, diplomacia, ciencias y artes.

Nuestra profunda gratitud al embajador Julio Portillo por la trascendencia que dio a las relaciones dominico-venezolanas, por sus aportes a la historiografía dominicana, por sus enseñanzas y valiosa e irrepetible amistad. ¡Paz a sus restos y Dios lo tenga en su gloria!”

 

Milagro Portillo

Consultora Internacional.

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