Por José Luis Ortiz
De él se puede decir muchos calificativos, pero los que más le caracterizan son dialogante, pragmático y para Europa es un respiro y supone una posibilidad en las relaciones con Estados Unidos.
Nuevamente retornará el diálogo que Trump omitió y las formas de entendimiento se activarán nuevamente. Quizás algunos líderes europeos emblemáticos como Macron o la misma Merkel, no lo tengan excesivamente fácil, pero a años luz de él trato con el ególatra y ahora, afortunadamente, perdedor, palabra muy usado por el propio, de eso no cabe ninguna duda.
Putin y Trump , antes compañeros de viaje. Ahora con Biden , lo que puede llegar a esperar Putín sean las sanciones contra la economía rusa. Con China se espera un futuro más dialogante, frente a las amenazas casi constantes del presidente saliente.
No seamos ingenuos, pues la tensión entre China y Estados Unidos no dejará de existir, pero que se relaje no será poco y para la política internacional y global, mucho más favorable que la que hasta ahora ha existido.
Con respecto a Turquía, que Erdogan se había alineado con Trump, no tengo ninguna duda que sabrá sacar beneficio y provecho a esta nueva situación, pues estratégicamente es un país vital en relación con Proximo Oriente y de paso mejoras las relaciones Europa-Turquía, respecto a adversarios como Rusia y China.
Con respecto a Latinoamérica, también está de suerte, a excepción de Bolsonaro y López Obrador, más cercanos a Trump. Nuevamente fluirá el dialogo y con seguridad volverán las conversaciones y la descongelación con gobiernos como el cubano lo que creo incida beneficiosamente en sus ciudadanos.
No olvidemos que Trump, apoyado por Rusia apoyó expresamente el brexit y la desintegración de la UE, ahora debería ser lo contrario.
No debemos olvidar que fue Trump quien dinamitó los dos acuerdos de Bruselas, considerados fundamentales para la lucha contra el cambio climático (la supervivencia de la Tierra como planeta habitable) y el tratado nuclear con Irán.
Realmente Trump era una AMENAZA real para la supervivencia de la UE tanto y al mismo nivel que Rusia, China o el terrorismo yihadista.
Biden tiene fuertes vínculos con Irlanda y ya ha avisado a Johnson de que si incumple el tratado de divorcio firmado con la UE en lo referente a Irlanda del Norte, tal y como ha amenazado, no firmará ningún acuerdo comercial con él.
Eso es un gran punto de apoyo de Europa frente al Brexit y su separación de Europa, lo que nos coloca a nosotros en la parrilla de ganadores (UE) frente a unos claros perdedores llamado Boris Jhonson.
No todo son ventajas y entre los inconvenientes que pueden propiciar es olvidarse de su voluntad de lograr una “autonomía estratégica” y seguir dependiendo del paraguas de la Seguridad de Estados Unidos, dejando atrás el Acuerdo Europeo de cooperación en materia de defensa (PESCO) en el que se estaba trabajando actualmente.