El gobierno que mato a la cultura

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Por José Luis Ortiz

Una clara pasividad del Gobierno en plena crisis del coronavirus amenaza con terminar si no lo ha hecho ya, con el mundo de la cultura y del espectáculo de España.

Miles de personas en paro, sin posibilidad ni esperanzas de poder recuperarse a medio plazo, teniendo en ciernes la segunda ola de coronavirus y dejando los teatros, los cines, las salas de conciertos vacíos y estamos asistiendo a una forma de vida como es el mundo de la cultura que los están haciendo desaparecer de un plumazo. El pasado 9 de julio Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, reunido telemáticamente con Manuel Fariña, en nombre de la Asociación de Orquestas de Galicia. AGO, Chema Cantón, en nombre de Asociación de Orquestas Profesionales. TOP, Carlos de la Calle, en nombre de la Asociación de agencias y profesionales del espectáculo. ACOPLE y Vicente Herrera, en nombre de la Asociación General de Espectáculos AGE desde hace días, con la intención de que el máximo organismo del país responda a un llamamiento desesperado que, por lo menos, ayude a sobrellevar económicamente la delicada situación de un colectivo como es el de la cultura y el de los artistas.

Lejos de imitar los ejemplos de países como Alemania, que muy pronto empezaron a ayudar a ese colectivo. En España, sin embargo, esto no se ha producido y, por lo visto, parece que no se producirá, más allá de buenas palabras y derivar y difuminar el asunto entre diferentes caminos y organismos.

La reunión termino en estos términos que se exponen a continuación:

  • Se crea una línea directa con el Ministerio de Cultura para aportar las diferentes problemáticas del sector.
  • Creación, a instancias del Ministerio de Cultura, de una mesa con el Ministerio de Industria y Turismo, Trabajo, Economía, FEMP y CCAA. así como transmitirles las particularidades que han hecho que el sector festejos populares sea imposible de reactivar.
  • Se reconoce que nuestro sector es “tormenta perfecta” donde confluyen todos los factores que imposibilita el poder trabajar y la necesidad de aportar soluciones.
  • Se muestra como el problema circula entre las distintas administraciones públicas difuminándose, sin soluciones claras, y el se ofrece a interceder ante ellas.
  • Agradece el gesto del aplazamiento de la manifestación y nos insta a que esta reunión sea el principio de muchas.

De momento y a fecha actual todo se ha quedado ahí dejando al sector como la principio y sin otro recurso que proceder a tomar movilizaciones futuras ante su pasividad.

Lo peor no es eso, es que no se ha hecho eco de las mismas por ninguna prensa española de esto mismo ¿Por qué? ¿Tanto es el control del un gobierno sobre los medios de comunicación, especialmente en un estado democrático? ¿Hacia dónde caminamos?

Demasiadas preguntas inquietantes con respuestas no menos preocupantes. Un gobierno que parece que quiere dejar a “su suerte” y con ello a casi 1.000. 000 de personas y a la cuarta industria más importante del país como es el sector de la cultura.

Un gobierno que se aprovecho del mundo de la cultura para su ascenso al poder y que ahora abandona a su suerte.

 

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